Filtro de vena cava inferior

Existen dos tipos de filtros de vena cava (FVC), los permanentes y los temporales. Se prefiere el uso de los filtros temporales ya que pueden retirarse después de 4 a 6 semanas evitando así las complicaciones relacionadas a este dispositivo.

• • Tromboembolia pulmonar cuando los anticoagulantes están contraindicados.
• • Falla de la terapia anticoagulante en enfermedades tromboembólicas.
• • Tromboembolia pulmonar (TEP) crónica, recurrente, cuando la anticoagulación ha fallado o está contraindicada.
• • Tratamiento de urgencia en TEP masiva cuando los beneficios de la terapia convencional son reducidos.

Para poder acceder al sistema venoso, el médico puncionará la vena femoral a nivel de región inguinal, utilizando previamente anestesia local. Una vez obtenido el acceso vascular, se introduce un catéter especial que se ubica en la vena cava inferior y con él se realiza una cavografía para determinar la anatomía de la vena y la posición de las venas renales. Con esta información se introduce entonces el filtro y se libera a 2 cm aproximadamente por debajo de las venas renales. Se realiza una cavografía final para documentar la posición del filtro en la vena cava inferior.

• • Pacientes con riesgo de embolismo séptico.
• • Pacientes con infección descontrolada.
• • Pacientes con un diámetro de vena cava mayor de 30 mm.
• • Pacientes con contraindicación para la exposición a fluoroscopia.
• • Pacientes con hipersensibilidad demostrada a los componentes del filtro.

• • Desgarro de la pared venosa.
• • Formación de trombo.
• • Obstrucción del filtro.
• • Perforación de la pared de la vena por el filtro.
• • Migración del filtro.
• • Fractura del filtro.
• • Embolia pulmonar recurrente.